Desde la Biblioteca-Liburutegia
De música ligera: Dylan debe su nombre, atípico para un niño nacido en Madrid a finales de los 60, a la obsesión de su padre con Bob Dylan. Como si el nombre condicionara el destino, tras un accidente de tráfico que afectará a sus capacidades lingüísticas, la música pasará a ser su código de comunicación sustitutivo. Julia es diez años más joven. Intentó aprender a tocar el piano sin mucho éxito. Vive sitiada por cajas, lista para una mudanza que se obstina en postergar. Ambos personajes se encuentran en un pub irlandés, con la banda sonora caprichosa de cualquier emisora de éxitos. El encuentro es casual, pero podría trastocar sus rumbos por completo.
Deja un comentario