Chimamanda Ngozi Adichie ‘Medio sol amarillo’
Biafra se mantiene en el imaginario colectivo con muchísima más fuerza que su realidad como país independiente. Su historia, trágica, alcanza los tres años de vida, pero los sufrimientos de su población, la hambruna que padeció, la guerra contra Nigeria, la leyenda indomable de sus gentes ha llegado hasta nuestros días. Y se agranda con obras como ‘Medio sol amarillo’, recién llegada a la Biblioteca de Zuia, una novela en la que la autora, Chimamanda Ngozi Adichie, parte de sus vivencias familiares para recrear aquellos tres años de independencia que lo fueron también de guerra con Nigeria, estado que finalmente ganó y absorbió la antigua colonia británica.
La novela recrea la vida de tres personajes atrapados en las turbulencias de la década: el joven Ugwu, empleado de la casa de un profesor universitario de ideas revolucionarias; Olanna, la hermosa mujer del profesor, que por amor ha abandonado su privilegiada vida en Lagos para residir en una polvorienta ciudad, y Richard, un joven y tímido inglés que está enamorado de la hermana de Olanna, una mujer misteriosa que renuncia a comprometerse con nadie. A medida que las tropas nigerianas avanzan, los protagonistas de esta historia deben defender sus creencias y reafirmar sus lealtades.
Hay muchas razones para leer ‘Medio sol amarillo’; la principal, que la prosa de Adichie es excelente. Es suave pero despiadada, lúcida pero tierna, cuidada pero intensa, y consigue hacer que vivamos a través de los tres personajes, creíbles y bien construidos, cada una de sus emociones. Las escenas de amor son tan certeras que asombran. También la profundidad y la deriva de los personajes transformados por la guerra, y las relaciones entre ellos.
También la temática es una razón de peso para leer ‘Medio sol amarillo’. Está claro que uno no lee para aprender historia, pero no lo es menos que estamos hartos de leer libros ambientados en la guerra civil, o en la segunda guerra mundial, o en cualquier momento -más o menos- de la historia europea, y que apenas hemos leído nada de África o ambientado en África. En esta novela escuchamos hablar de Biafra, ese país que podría existir o no sin que nos enterásemos, y del que la única imagen que teníamos es la de niños esqueléticos, moribundos, con la barriga para fuera. Y ahora sabemos el cómo, el cuándo y el por qué, y percibimos su latido, el alma de un país que no fue.
Deja un comentario