Alaitz Leceaga ‘El bosque sabe tu nombre’
‘El bosque sabe tu nombre’ es una de las novelas que más éxito está teniendo en la biblioteca, dentro de las novedades incorporadas a nuestros fondos durante el último año, sin duda. Alaitz Leceaga (Bilbao, 1982) se ha convertido ya en una referencia de la novela de misterio.
En ‘El bosque sabe tu nombre’, Estrella y Alma son dos hermanas gemelas, completamente idénticas a excepción de sus ojos: Alma los tiene verdes como el bosque que está junto a su casa y Estrella los tiene de diferente color, uno verde y el otro amarillo. No es la única diferencia que hay entre ellas, Alma puede ver y hablar con los muertos pero Estrella no la cree hasta el día en que su abuela se lanza por el acantilado. Con este tremendo inicio comienza una novela que atrapa al lector hasta el punto de axfisiarle.
Estamos a finales de los años 20 del pasado siglo. Las niñas son hijas del marqués de Zuloaga, propietario de una mina de hierro en Basondo, a orillas del Cantábrico, y de una casa solariega, Villa Soledad, llena de lujos y dinero. Pero también hay misterios, demasiados para estas dos muchachas, y una maldición por la cual una de las dos morirá antes de cumplir quince años. El bosque les da vida a las dos niñas, es el lugar a donde escapan para huir de las estrictas normas que hay en su casa. Surgirá un muchacho, un joven del pueblo, pobre, humilde, miserable, hijo de un trabajador de la mina. Como es de suponer, el muchacho no gusta al padre, llamado siempre por sus hijas el marqués y no papá, lo cual dice mucho, y empiezan a surgir los problemas.
Un padre temible y tirano, una madre sufrida que es sólo la mujer florero del marqués, unas hijas entre las cuales está la competencia siempre existente entre hermanos y un joven. La vida pasará, la maldición se cumplirá, un lobo negro acompañará las páginas de la novela y viajaremos, iremos a Surrey a un internado de señoritas, también a California al rancho de «Las ánimas» y volveremos a Basondo, donde nos espera una dictadura que siembra el terror en cada pueblo y ciudad de España, y una mina de hierro que está parada por la ruina del señor marqués.
Una historia apasionante.
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